Desde el Sindicato Reformista de Trabajadores, queremos aprovechar este 1 de Mayo para recordar las miles de personas que siguen siendo coaccionadas, castigadas, reprimidas y, incluso, asesinadas por reclamar mejores condiciones de vida para los trabajadores y trabajadoras. Nuestro homenaje a todas las mujeres y hombres que, cada día, en el mundo, se enfrentan a los poderosos sin otro fin que el bien común. Tenemos que ser muchos y hacerlo juntos, organizados de manera colectiva y evitar los personalismos y el individualismo que los poderosos utilizan para que seamos mas débiles, dividiéndonos y aprovechando las debilidades del individuo.
Este Primero de Mayo del 2021 tenemos una victoria para celebrar: la derogación del artículo 315.3 del Código penal, que causó la imputación de más de trescientos sindicalistas para participar en piquetes durante una huelga general. La campaña «Huelga no es delito», con la solidaridad sindical internacional, ha dado fruto.
Este 1 de Mayo, el Sindicato Reformista de Trabajadores, tambien llamamos a negociar un nuevo acuerdo para el empleo y la negociación colectiva (AENC) y un nuevo acuerdo interprofesional de Cataluña (AIC) para facilitar y desarrollar los convenios colectivos, y para promover una salida justa y equitativa de esta crisis, para que no suponga una devaluación de los salarios y para que se avance en los procesos de modernización y adaptación a las nuevas realidades que se están produciendo en el mundo del trabajo.
Para ello, es urgente terminar de derogar la reforma laboral de 2012: que se ponga fin a la dualidad del mercado de trabajo, que se recupere la ultraactividad de los convenios colectivos, que los convenios sectoriales recuperen su referencia de mínimos y no puedan ser modificados a la baja en el ámbito de las empresas, poner en marcha una reforma ambiciosa en materia de contratación laboral que ponga fin a la temporalidad endémica, que afecta de manera especial a las mujeres y las personas jóvenes, entre otras propuestas.
El país tiene una deuda con la gente trabajadora y ahora toca mejorar nuestros derechos laborales y nuestras condiciones de vida.
