La Reforma Laboral de 2012, con el único objetivo de flexibilizar aún más las relaciones laborales, cambió el sistema de clasificación profesional por el grupo profesional. Desde entonces, los convenios colectivos han tenido que adaptar el sistema de clasificación a los grupos.

Hay que aclarar que no es necesario eliminar las categorías profesionales de los convenios colectivos, sino adaptarlas a grupos profesionales (haciendo equivalencia entre categorías y grupos, por ejemplo) y en caso de que no existan se deben establecer niveles y/o divisiones con el objetivo de que la adaptación de la clasificación profesional no se utilice para rebajar salarios y ampliar funciones. Cada categoría profesional debe ser un grupo diferente y añadir los que no existen, pero son claramente grupos diferentes